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[smart_track_player url=”http://traffic.libsyn.com/masqueenforma/Programa120.mp3″ title=”Cómo Conseguir Volver a Hacer Dieta si tienes una Recaída” color=”#C9A381″ social=”true” social_twitter=”true” social_facebook=”true” social_gplus=”true” ]
En este Programa hablo sobre:
- Escenarios en el que dejamos de Seguir la Dieta: Pérdida de Adherencia en el Tiempo o desconexión por Vacaciones
- Gestión de Sentimientos de Fracasos cuando nos saltamos la Dieta
- Por qué nos saltamos la dieta y con qué objetivos: cómo identificarlo
- Herramientas de la Balanza, Balanza de Logros y Línea de Tiempo para evitar saltarnos la dieta
Hay algo que suele pasar cuando lleva ya unos meses o siguiendo un plan de alimentación. Hemos estado consiguiendo buenos resultados durante unos meses y de repente, no somos capaces de seguir la dieta. O nos vamos de vacaciones en verano y decidimos que vamos a estar uno o dos meses de viaje, dándonos un relax de la dieta y cuando se acaba el verano, queremos volver a esos hábitos saludables y no somos capaces.
En ambos casos, en el primero puede ser porque cada vez estemos más cansados, tengamos más estrés y poco a poco nos vamos recompensando erróneamente con comida hiperpalatable cargada de azúcar, grasa y sal, vaya, comida basura, para esa falsa sensación de felicidad, o quitarnos estrés y trabajo de tener que estar mirando y contando qué vamos a comer.
Por otro lado, en el segundo caso, porque tras estar un mes o más haciendo lo que nos da la gana con la comida, disfrutando y sin tener que mirar que te toca comer a una hora determinada y el qué, es un trabajo.
En ambos casos, es pasar de un escenario de relax y disfrute a un sacrificio. Y sí, por muy fácil que pongamos el plan de alimentación, opciones, cosas ricas, el coger ir a un restaurante y pedirnos lo que nos apetece, no tener que estar pensando, ostras, me toca comer ahora otra vez y tiene que ser esto, es mucho más cómodo y el tener que llevar un plan de alimentación supone un esfuerzo, sacrificio y trabajo, por muy fácil que se pongan las cosas.
Ahora, si antes lo habías conseguido con la misma dieta incluso y ahora no, ya sabes los porqués, pero por qué antes no te pesaban tanto y lo hacías y ahora no?
Pues básicamente porque nos olvidamos de nuestros objetivos y lo que conseguiremos al conseguirlo en el que o los pros superan a los contras, o no se producirán las acciones para el cambio.
Así que voy a darte 3 ejercicios de coaching nutricional muy potentes tanto para si vas a empezar una dieta por primera vez, si vas a volver a tus hábitos saludables tras un tiempo o si cada vez te saltas más la dieta cuando antes no lo hacías. Estos 3 ejercicios de coaching van a ayudarte a coger rápidamente las riendas y que tu motivación y fuerza de voluntad estén bien altas, pero eso sí, requiere que las trabajes todos los días, yo te doy las herramientas pero tú tienes que hacer tu parte.
Pero antes de ello, lo primero es que cada vez que metas la pata entre comillas con la dieta, tienes que verlo como un aprendizaje y no un fracaso. Si te pones el gorro de fracasado o fracasada eso te va a generar un sentimiento negativo, tristeza y depresión que va a ponerte en un estado emocional en el que vas a pensar que no vas a ser capaz de superarlo, que vas a volver a caer, que has echado todo el trabajo por tierra atrás y en este estado de ánimo, ¿qué va a pasar? Que no vas a seguir la dieta y vas a ir directo al frigorífico a saltártela aún más para con la comida hiperpalatable darte esa sensación de felicidad temporal que luego te creará más culpabilidad todavía.
Así que en lugar piensa que es algo normal. Casi nada en la vida que merece la pena se hace perfecto a la primera, hace falta aprender de los errores y pensar en qué herramientas y qué puedes hacer diferente para no caer en la misma piedra de nuevo.
Como primera herramienta tienes la balanza, esto es clave antes de empezar una dieta y tenerlo presente todos los días.
Básicamente es hacer dos columnas y poner en la de la izquierda los beneficios de hacer la dieta y en la de la derecha quedarse como está. Tú tienes que rellenar la tuya, yo te voy a leer la mía.
En mi caso, quedarme como estoy supondría disfrutar de toda esa comida que no puedo comer, no estar pensando cada 3 horas que me toca comer, el qué comer, tener que cocinarlo.
Como beneficios será encontrarme con más energía, más productivo, con más fuerza, resistencia a la fatiga, mi negocio irá mejor, tendré el aspecto físico que quiero ante el espejo, me gustará ir a la playa y mirarme al espejo, cómo me sentará la ropa, saber que soy atractivo para mi pareja y la sociedad…
En mi caso, los beneficios superan ampliamente a los contras, y es algo que es una motivación intrínseca, es decir, sale de mí y me importa a mí. Si los pros y beneficios fueran motivaciones extrínsecas como: “lo hago porque lo dice mi médico”, “porque mi mujer dice que estoy muy gordo”, estas razones son muy débiles normalmente para que seas capaz de seguir la dieta.
Hay que tener motivaciones intrínsecas superiores a los pros de quedarte como está, sino, si la ecuación no es positiva, no harás las acciones necesarias para el cambio. Así que este es el primer paso. Sino consigues estar en este punto, lo más seguro que fracases con la dieta.
Luego, otra herramienta que puedes utilizar semanalmente es la balanza de logros. Esto lo hablo yo con mis clientes todas las semanas bastante. Al principio hay gente muy autoexigente y quieren hacerlo todo de 10 desde el primer día, sobre todo si tienen trabajos y negocios importantes y este nivel de preocupación, exigencia, le hacen estar en este sentimiento erróneo de fracaso cuando no lo hacen todo perfecto las primeras semanas.
Por eso, para estas personas, o las que le falta confianza para empezar una dieta, continuarla etc…funciona muy bien mirar atrás y cuantificar cuándo ha sido capaz de hacer la dieta.
Por ejemplo, una persona se ha saltado la dieta 3 veces esa semana pero ha sido capaz de hacerla esa semana en 32 ocasiones restantes, es un porcentaje de cumplimiento de más de un 90%, a lo mejor no hay resultados de pérdida de grasa esa semana porque con esas 3 comidas fueron excesivas y te has cargado el déficit, pero la clave aquí es que ganes confianza y decir: wow, pues no lo he hecho tan mal, no estoy tan lejos de hacerlo bien y no tengo que mirar que sólo he fracaso estas 3 veces, sino que he conseguido hacerlo el 90% del tiempo y que todo esto genere la confianza y motivación suficiente para la siguiente semana saltársela sólo 2 veces o 1.
Y ahora damos un paso más con otra herramienta que se llama línea de tiempo.
Aquí nos paramos a pensar en cuando te saltaste la dieta, ¿qué hiciste? ¿cómo te sentías? Y ¿para qué lo hiciste el saltarte la dieta?
Y luego pensar y proponer acciones para que si vuelve a ocurrir una situación similar no vuelvas a hacerlo con alternativas.
Si hay algún entrenador y dietista que está escuchando el programa y no tiene formación en coaching, no se trata de decirle al cliente qué tiene que hacer, sino hacerle preguntas para que él o ella busquen propuestas de mejora y alternativas y un compromiso por su parte en lugar de imponerlos nosotros.
Por ejemplo, yo con mis clientes un caso típico suele ser tras hacerle preguntas que se han saltado la dieta porque han tenido un día duro en el trabajo, el jefe le ha echado una bronca y luego ha llegado a casa tras estar todo el día dándole vueltas a la cabeza sobre eso y comentándolo con compañeros de trabajo y esa ansiedad piensa que se merecía una recompensa con la comida.
Tras ello, pensaba y lo hizo para sentirse mejor y tener una recompensa pero a los minutos se sintió peor por saltarse la dieta y seguía ahí ese malestar.
En su lugar, tras hacerle las preguntas de qué podía hacer si volvía a ocurrir esa situación, qué le ayudaría y todo eso, acordamos que cuando tuviera una pelea con su jefe, se pondría minutos después en su puesto de trabajo a escuchar su música preferida con los auriculares mientras se toma su descanso en la azotea del edificio donde trabaja y que si está con un compañero que no hablen de lo sucedido y hablar de lo que hará el fin de semana cambiándolo por un pensamiento positivo.
Luego al llegar a casa en lugar de sentarse en el sofá, va a coger a su esposo y su hijo y se van a ir a dar un paseo por la playa.
A lo mejor piensas que a ti eso en concreto o lo que a ti te ocurre es diferente y eso no te va a funcionar, por eso, tienes que buscar qué es lo que te va a ayudar a ti en concreto.
Te aseguro que si tu balance es positivo, cuando te saltes la dieta lo mires como un aprendizaje, no un fracaso, y con la balanza de logros para tener confianza y la línea de tiempo herramientas y acciones alternativas para que no vuelva a ocurrir en una situación similar, en pocas semanas verás como tu adherencia al plan nutricional mejora muchísimo, eso sí, tienes que trabajarlo todos los días.
Me gustaría que me comentarais si yo como certificado en coaching nutricional os interesan estos tipos de contenidos para mejorar vuestra adherencia a la dieta o si por el contrario no os son de utilidad, ya que herramientas y técnicas para mejorar el autoestima, la confianza y para poder seguir la dieta hay muchas, pero claro, sólo me gustaría dedicar programas a ello si realmente os va a ayudar y las necesitáis. Así que por favor, dejádmelo en los comentarios.
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